Pledge Of Allegiance 1899

El Juramento de Lealtad a la bandera y su posible origen masónico

Escuchar este artículo en audio
Getting your Trinity Audio player ready...

El Juramento de Lealtad  (Pledge of Allegiance) a la bandera de Estados Unidos es un juramento patriótico de lealtad a la nación. Se recita al unísono, con la mano derecha sobre el corazón y mirando a la bandera nacional. Se puede hacer en cualquier evento pero lo más común verlo en las aulas de los colegios donde en algunos casos constituye un ritual que se realiza cada mañana antes de iniciar las clases. Su origen se remonta a hace 120 años.

En 1892, la revista juvenil The Youth’s Companion creó una campaña para promover actividades patrióticas en los colegios en conmemoración del IV Centenario del Descubrimiento de América por Cristóbal Colón que se iba a celebrar ese año. Francis Bellamy, escritor, pastor bautista, francmasón (miembro de la Logia nº181 de Little Falls, NY) y pensador político, fue uno de los encargados de diseñar la propuesta de actividades para hacerla llegar a la sociedad y a los políticos que podían decretar la realización de dichas actividades en los colegios públicos.

Así fue como Bellamy propuso, además de otras actividades, un izado de bandera dentro de cada aula y que se recitase un juramento patriótico. Como no existía ninguno, él mismo escribió el primer Pledge of Allegiance que se publicó el 8 de septiembre de 1892 en la revista The Youth’s Companion, justo un mes antes del día del Centenario. Bellamy argumentó que para celebrar el IV Centenario no bastaría solo con un izado de bandera sino que había que hacer más actividades que, en palabras de Bellamy, debían ser «más que una lista de ejercicios. El ritual debe ser preparado con simplicidad y dignidad.» La aceptación de su propuesta fue tal que el entonces Presidente Benjamin Harrison ordenó que el juramento fuese recitado en todos los colegios de EE.UU. para la conmemoración del Centenario.

La versión original era un poco más corta y sencilla que la actual, y decía así: I pledge allegiance to my Flag and the Republic for which it stands, one nation indivisible, with liberty and justice for all. (Juro lealtad a mi Bandera y la República que representa, una nación indivisible, con libertad y justicia para todos.)

Para la parte final del juramento Bellamy tomó en consideración la triple aclamación masónica: Libertad, Igualdad, Fraternidad. Deshechó rápidamente la de fraternidad por considerar que era un ideal «de realización demasiado remota», y eliminó también igualdad alegando que era un término ambiguo. Sustituyó ambas por justicia, un concepto que define mejor la igualdad (igualdad ante la ley) y que, junto a la libertad, crearían un espíritu de fraternidad, en opinión de Bellamy.

Esta versión original sufrió en el tiempo dos modificaciones importantes. La primera cuando en 1924 se sustituyó «my Flag» por «the Flag of the United States of America», para que el gran número de inmigrantes que vivían en EE.UU. tuviesen claro y explicito que el juramento de lealtad se hacía a los Estados Unidos de América y no hacia otra bandera que ellos pudiesen considerar «su bandera» (my flag).

La segunda modificación, más controvertida, es la de 1954 en la que se añadió «under God» (bajo Dios) a la lista de adjetivos de la nación. Como todas las referencias oficiales a Dios, esto levantó ampollas ante quienes consideraron que atentaba contra la libertad religiosa recogida en la Primera Enmienda, pues la libertad religiosa ampara también a los ateos o a los que no creen en un Dios del tipo judeocristiano.

Este es el texto definitivo y su traducción:

I pledge allegiance to the Flag of the United States of America, and to the republic for which it stands, one Nation under God, indivisible, with liberty and justice for all.

Prometo lealtad a la Bandera de los Estados Unidos de América, y a la república que representa, una Nación bajo Dios, indivisible, con libertad y justicia para todos.

Final del saludo Bellamy.

Al juramento verbal le ha acompañado siempre un saludo a la bandera (flag salute) realizado con la mano. El conocido como «saludo Bellamy» fue el saludo original que el propio autor del Pledge of Allegiance describió junto a la publicación del primer texto del juramento. Este saludo comenzaba con el clásico saludo militar (mano a la sien) en el instante que se comenzaba a recitar el juramento, y en el momento en que se decía la pabara «flag» (bandera) se extendía el brazo, con la palma hacia abajo, apuntando hacia la bandera, quedando en la postura del saludo romano hasta el final del juramento. Este gesto es un gesto milenario de saludo, de paz y de lealtad, a pesar de sus connotaciones posteriores por el uso que de él hicieron los nazis y fascistas. La mano extendida aún se usa hoy en día para jurar decir la verdad en los juicios. Pero además es un gesto vinculado a los juramentos de lealtad masónicos.

Comienzo de saludo Bellamy modificado en su versión civil.

El saludo Bellamy original se consideró enseguida improcedente para los civiles al comenzar con un clásico saludo militar, por lo que se sustituyó ese comienzo por otro que comenzaba con el brazo derecho formando escuadra cruzando el pecho y con la palma de la mano mirando al suelo. Los que conocen los ritos masónicos rápidamente encontrarán similitudes con algunos gestos masónicos en esta parte del saludo. La segunda parte, la del saludo romano hacia la bandera en el momento de decir «flag» quedó igual. En una foto de 1899 ya vemos a los alumnos realizando el principio de este nuevo saludo.

Juramento de lealtad a la bandera en la forma que se realiza desde 1942, idéntico al gesto de fidelidad masónico.

Décadas más tarde el fascismo y el nazismo convirtieron una variante del saludo romano en su seña de identidad, lo que empezó a generar confusión. Fotos de la época de americanos haciendo el saludo durante el Pledge of Allegiance fueron usadas para desacreditarles como partidarios de los nazis. Por ello, en 1942, para evitar malentendidos y desvincularse del saludo que empezaba ya a ser conocido mundialmente como saludo fascista o saludo nazi, el Congreso de Estados Unidos instauró el saludo con la mano sobre el corazón de principio a fin del juramento. Este saludo es el que perdura hasta nuestros días para ser realizado por civiles tanto en el juramento a la bandera como cuando suena el himno nacional.

Como vemos, a pesar de los cambios y modificaciones que sufrió el saludo a la bandera y el texto del juramento, todas y cada una de las versiones tienen claras connotaciones masónicas, algo que no debe sorprendernos puesto que la masonería, especialmente en aquella época, estaba muy presente en la sociedad americana e influyó muchos de los rituales y símbolos de la sociedad y la política estadounidense.

Aunque no solo en Estados Unidos. En América Latina también se tomó el mismo modelo de saludo para distintas formas de juramentos de lealtad nacional o de lealtad a la bandera. Desde México hasta Chile encontramos saludos similares. Es difícil saber si provienen del Pledge of Allegiance estadounidense o se trata de adaptaciones independientes de influencia masónica, ya que es sabido que la masonería jugó un papel decisivo en la cultura política de América Latina.

6 comentarios en “El Juramento de Lealtad a la bandera y su posible origen masónico”

  1. Jeudiel Olea y Reyes

    Interesante lo del saludo en los EEUU, en México se hace como en la foto de 1899, y que además si es un saludo derivado de la masonería.

  2. sara de gonzalez

    PUEDE UNA DAMA INGRESAR A UNA LOGIA MASONICA, YA QUE SIENTO MUCHAAMOR A LA BANDERA Y MI PADRE IGUAL A QUE MI ESPOSO FUERON MASONES EN VENEZUELA

    1. Sí, puede ingresar a una logia femenina o mixta o, en algunos casos, a las logias llamadas de adopción. Aunque no todas las organizaciones masónicas admiten a mujeres, una buena parte son exclusivamente masculinas.

    1. Se tocará el tema que aquí comentan en mi logia, pero mencionan que en otros países de América Latina, me gustaría saber más, si publican de algunos otros países. Gracias

  3. Se tocará el tema que aquí comentan en mi logia, pero mencionan que en otros países de América Latina, me gustaría saber más, si publican de algunos otros países. Gracias

Responder a Jeudiel Olea y Reyes Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Scroll al inicio